The Longest Journey

Dada mi poca habilidad con los pads de consola siempre he acabado tirando por estilos de juego donde primaba la historia sobre la dificultad o la habilidad, de manera que siempre he tirado hacia los géneros del RPG o Aventura Gráfica hasta la llegada de PSX y su descenso brutal de dificultad en los juegos de acción/aventura (a ver quien tiene huevos de decirme que el Metal Gear, God of War y demás grandes sagas son difíciles, pese a su gran calidad) junto a un guión decente que los hicieron mas atractivos.

Entre todas las AG que he tenido el placer de jugar tengo en mi corazoncito 4, el primer Monkey Island, Day of the Tentacle, Broken Sword y Grim Fandango, y muy cerca de estas cuatro aprecio mucho las de Indiana Jones and The Fate of Atlantis y la primera parte de la saga "The Longest Journey".



En esta aventura tomamos el control de April Ryan, una estudiante de bellas artes que de repente comienza a tener extrañas visiones de un mundo mágico, donde la avanzadísima tecnología que existe en su mundo no existe. Comienza a escuchar historias sobre el "Equilibrio" y el peligro que corre, y por lo visto ella es la que ha de resolver todo el entuerto.

El resultado fue una aventura point 'n click de estilo clásico con unos soberbios modelos 3D para la época y un doblaje sin parangón. April se movía entre dos mundo (Arcadia y Stark) para restablecer una situación que se estaba escapando de las manos, el equilibrio entre los mundos era necesario, o podría suceder una hecatombe.

Lo breve de su desarrollo ayudaba a que la historia tuviese intensidad, con momentos realmente emocionantes, y con secundarios fascinantes. Un viaje que mereció la pena, sin duda.



Todo esto viene a que el otro día, revisando mis CD's, encontré el Dreamfall, segunda parte de "The Longest Journey", y bueno, dado el buen hacer de sus creadores para contar historias, sabiendo que el juego lleva bastantes años en el mercado, casi que sería cosa de ver cómo avanza la trama de Zoe Castillo.

Esta segunda parte está ambientada 10 años después de los hechos acontecidos en la aventura de April. En ella tomaremos el control de Zoe, una joven que vive en Casablanca con su padre y que no tiene muy claro que hacer en la vida. De repente comienza a tener visiones en monitores y pantallas que le piden que salve a alguien... y aquí comienza una película interactiva, porque el mayor fallo de Dreamfall es que no hay puzzles ingeniosos, no hay que usar ingenio, todo es cosa de "ves a este punto y da esto a este otro", habla un poquito y pasea, pasea mucho, y de vez en cuando combate (cosa que recomiento encarecidamente no hacer). Todo esto con un control consolero 100%, de manera que "The Longest Journey" pasó a ser un Fahrenheit cualquiera.

Pero no todo es malo en este juego, la calidad gráfica es sublime, y ver la evolución de Newport o Marcuria con una alta resolución merece la pena. Además, uno de los puntos fuertes de su precuela no ha variado, y es que Funcom sabe escribir una buena historia, y con una buena historia todos los juegos parecen mejores, y al menos a mi me anima a terminarlo y seguir con él.

En fin, que el Guardián del Equilibrio os proteja.