Horns

Resulta que estaba aburrido en casa y no sabía qué hacer. El nano estaba dormido, mi mujer también y, insomne de mi, estaba frente al XBMC sin tener mucha idea de qué hacer. En éstas que entro en el maravilloso Addon Genesis, y se me ocurre ver las películas populares, entre ellas está la nombrada Horns, una película más con el que el bueno de Daniel Radcliffe quiere quitarse el sanbenito de Harry Potter que por desgracia siempre portará con él. Visto que de momento no tiene fecha de estreno en España, me decido a verla y... bueno, ahora os comento.

A diferencia de la también película protagonizada por Radcliffe, la bastante estimable La Mujer de Negro donde precisamente chirriaba él, al que le faltan 20 años más para poder dar credibilidad a la película de terror de la Hammer, en esta ocasión sí ha encontrado un personaje hecho para él. Un joven enamorado al que le ha caído en desgracia ser el principal sospechoso "porque la prensa quiere" del asesinato de su novia (una tan preciosa como sosa Juno Temple). Víctima de una gran depresión al ver que ni siquiera su familia cree en él, desencadena una serie de sucesos en la cual él acaba con cuernos, y por ellos la gente tiende a confesar sus más indecentes pensamientos. A partir de aquí se desarrolla una trama romántica y sobrenatural con ciertos altibajos.

El problema que podemos tener con Horns es que no nos la podemos tomar muy en serio. Desconozco el relato original de Joe Hill (seudónimo de Joseph Hillstrom King, hijo de Stephen King) pero el francés Alexandre Aja (con una retahila de films muy interesantes cuando nos referimos al gore) no tiene claro el tono que dar a la película. Me vi bastante sorprendido con el tono humorístico, casi caricaturesco que se le da al segundo cuarto del film, cuando ya se establecen las bases de la trama y nuestro protagonista comienza a indagara en qué le ocurre. El contraste con ese tono depresivo del inicio es demasiado alto, y descoloca pese a ser la mar de entretenido y hacer, ciertamente, bastante gracia en muchas ocasiones.

Pero no queda ahí la cosa, porque cuando la trama acelera el humor desaparece, iniciándose así una intriga sobrenatural con algunos flahsbacks, nada molestos afortunadamente, donde el humor negro brilla por su ausencia. Al parecer todo el buen hacer de Alexandre Aja al componer una película entretenida y visualmente cautivadora (pese a que canta bastante el escaso presupuesto) desaparece al tratar de conjugar géneros, porque no contento con los dos giros extremos que nos ofrece, llega y vuelve a dar otra vuelta de tuerca para ser completamente un film fantástico en su tramo final.

Al final tenemos una película entretenida pero que deja una expresión de extrañeza en el espectador. Pese a ello es una lástima que no haya aparecido aún por estos lares, más cuando nos llegan verdaderos desastres semana tras semana a nuestra cartelera.