Ya comenté hace algún tiempo que me he aficionado a la Raspberry Pi, en concreto a su modelo B que compré con la intención de trastear, conseguir hacer algunas cosas y, posiblemente, dejar abandonado debido al poco tiempo al usarlo. Me encanta trastear con esto y me hice mi servidor web... y lo borré, me hice un centro de emulación cojonudo (con compatibilidad para mandos de XBOX 360)... y lo borré, e hice un MediaCenter. Y mi mujer me dijo que me alejara del cacharro que está perfecto como está y que ni de coña se me ocurriera acercarme.
En fin, como no puedo tocar mi cacharrito, al menos voy a contaros lo que hice.
Paso 1: Comprar los materiales
Evidentemente, sin un pequeño PC no hay fiesta posible. Voy a centrarme en la Raspberry porque, junto a Windows y Linux, es lo que mejor conozco para instalar y mantener el XBMC, ahora llamado Kodi, que será nuestro centro multimedia. Como apunte, siempre podéis haceros un pequeño barebone y convertirlo en vuestro HTPC, aunque será sensiblemente más caro, o comprar un Android TV, o una Ouya, e instalarles la aplicación de XBMC/Kodi. Si este párrafo os suena a chino, hacedme caso, Amazon, comprad Raspberry Pi B+ y un cargador de móvil de 2 Amperios.
El siguiente paso presenta una disyuntiva. ¿Quiero arrancar el sistema operativo desde la tarjeta micro-SD o por lo contrario prefiero hacerlo desde un USB? Buena pregunta. En mi experiencia recomiendo usar el USB, ya que cuando le pides chicha a la Raspberry Pi (haciéndole Overclock), ésta tiende a corromper las tarjetas, y es posible que el sistema os deje tirados algún día. Con el USB esto no ocurre.
Ahora viene la disyuntiva 2, ¿Mi contenido multimedia estará en otro PC/NAS o quiero conectarlo a la Raspberry Pi directamente con un disco duro externo? Bueno, ante tal cantidad de escenarios planteemos las posibilidades.
Voy a usar la tarjeta microSD y conectarme a un PC/NAS remoto
En ese caso vamos a Zoombits y compramos una microSD rapidita de al menos 8GB de capacidad. Recomiendo esta página porque son rápidos, atentos y tienen el envío gratis. Una vez comprada pasamos al siguiente punto.
Voy a usar un USB y tener mis archivos en un PC/NAS remoto
La opción que estoy utilizando ahora mismo, y la que recomiendo para evitar el engorro de mover entre equipos las películas, series, discos e imágenes. En ese caso vamos a Zoombits y compramos una microSD de 2GB (no hace falta más) y un Pendrive rápido de al menos 8GB.
Voy a usar un USB y tener mis archivos en el mismo
En este caso nos hace falta la microSD de 2GB y un disco duro de 500Gb, 1 TB o lo que consideréis, no contemplo que se instale el sistema operativo en la SD si el USB va a estar siempre conectado a nuestra Raspberry. En este caso hay que tener en cuenta un detalle. Si el disco duro externo es autoalimentado, seguramente la Raspberry Pi no sea capaz de dar toda la corriente que precisa, de forma que deberíamos buscar un HUB de usb con alimentación externa.
Con esto tenemos lo básico para ponernos a trabajar, pero hay opciones. El sistema operativo que instalaremos será compatible con CEC (que viene a ser que si nuestra tele lo permite, podremos movernos por los menús con el mismo mando) pero si, como es mi caso, no tenéis dicha tecnología y no queréis usar el móvil, podéis comprar un mando que se conecta por USB.
También es posible que no queráis/no podáis poner conectar la Raspberry a la red y queráis hacer la conexión por Wifi. Bien, se puede, comprando un Dongle. De todas formas, si no tenéis red yo os recomiendo que pongáis un PLC y cableeis. La Wifi nunca ha sido una de mis debilidades precisamente.
Por último, no puedo negar que mi querida Raspi es fea. Fea de cojones. Y por ello venden unas carcasitas la mar de majas para disimularla.
Todas estas compras son opcionales.
Bueno, con esto ya tenéis listado lo necesario para empezar. Id comprando que ya voy preparando yo los primeros pasos de las instalaciones en las variantes SD y USB para ayudaros. Evidentemente, estos posts no contendrán la verdad universal, así que cualquier comentario que lo mejore será bienvenido.
Hasta la próxima.
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