De verdad que tenía un proyecto atractivo, me gustaba su liderazgo, sus ambiciones, la parte del proyecto que mostró y sus intenciones, de veras que pensaba que era el que debía llevar las riendas del Valencia, parecía ser el salvador que el club de Mestalla precisa... y ayer cayó con todo el equipo. Tras un monólogo demagogo pero ilusionante hizo posicionarse a gran parte de la afición de su lado, de hecho aún tiene una buena cantidad de gente a su favor, pero su retirada de ayer le retrató como profeta del apocalípsis y transgiversador de hechos y especialista en el manejo de la demagogia.
Sigue tras el salto
Juan Villalonga podría haber seguido siendo el ojito derecho del valencianismo, simplemente haciendo una retirada a la sombra de una forma mas elegante, simplemente diciendo que esperaría su oportunidad, incluso diciendo que no está de acuerdo con la nueva forma de gestionar el Valencia club de fútbol, pero no poniéndose de valencianista de corazón que eso no se lo cree nadie, no augurando una situación crítica de las cuentas cuando Soriano estaba perfilando un acuerdo de entrada de 350 millones de € (en condiciones posiblemente no provechosas para el Valencia a largo plazo, pero que salvan la papeleta de esta temporada), y para acabar dando una noticia de la salida de uno de los jugadores clave del Valencia... desmentida a mediodía por los dos medios de comunicación mas fiables en lo que a información deportiva se refiere en Valencia: Cadena SER y Radio 9. Es mas, los representantes de dicho jugador estaban perfilando la mejora del contrato del mismo.
En fin, una caída con todo el equipo, Villalonga se ha retratado, y lo malo es que fuera Soler, Soriano o Villalonga... el único que está perdiendo y seguirá perdiendo es el Valencia. Ninguno de los tres sería ni creo que es, en el caso de Soriano, capaz de revertir la situación, de todas las opciones que teníamos ninguna era buena... que Dios nos pille confesaos.
Al menos comenzaremos a hablar un poco de fútbol ¿no?
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