Recuerdo que el colegio había una asignatura (creo que era sociales) donde se estrudiaban los derechos humanos. Recuerdo también que uno de ellos era "la libertad de expresión", y en ese mismo libro comparaban el régimen actual, con sus medios de expresión con antiguos regímenes donde los que decían cosas que "los de arriba" no querían oír eran encarcelados, silenciados e incluso asesinados.
Conforme avanzan los tiempos nuestro sentido del humor ha ido rompiendo barreras, y ya no se salva nada de poder pasar por la cabeza de humoristas y guionistas para hacer un chiste, con mayor o menos fortuna (en muchas ocasiones en mucha menor fortuna). Pues bien, si no hace mucho nos tirábamos todos de los pelos por la reacción de los musulmanes ante una caricatura de Mahoma, ahora no podemos sino hacer lo mismo ante la reacción de nuestro poder judicial de censura chabacana de la revista "el jueves". En ella podíamos ver a nuestros principitos de asturias follando para ganar los 2500 € que da ZP por crio que nace, mas un comentario de Don Felipe diciendo que eso era lo mas parecido a trabajar que había hecho.
El chiste era malo, y estaba mal dibujado, y ni siquiera era el primer número del jueves con reclamo sexual explícito en la portada, pero como salen los principes la cosa cambia. Y a mi me gustaría saber... ¿En qué se diferencian los principes con respecto (por ejemplo) a la Pantoja? En que la Pantoja tiene un trabajo definido y los principes no y que de una se pueden hacer chistes y los otros están tocados por un poder divino que prohibe utilizarlos de modo humorístico (¿Siglo XV? ¿Absolutismo? nooooooo).
Tras este arranque de censura en un país donde supuestamente había desaparecido solo me queda preguntar... Si la monarquía no está para entretenernos y que nos riamos de ellos... ¿Para qué coño está y les pagamos el sueldo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario