Sigue tras el salto
Este año volvió a ganar la falla Nou Campanar, en una decisión bastante controvertida. La falla se sale de los cánones clásicos, estéticamente rompe con la tradición Santaeulàlia (que ha preferido hacer la falla municipal este año) y apostaba por formas angulosas y tonos pastel. La sensación que da es de no saber donde han metido el enorme presupuesto con el que contaban, en un monumento que a mi, al menos, me dejó muy frío.
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No fue el así el monumento alzado en la Plaza del Pilar, mas clásico e igualmente mastodóntico con la dificultad añadida del reducido espacio para plantarla. La sensación de entrar desde la calle Hospital y encontrártela de golpe es infinitamente superior a la que sentí al visitar Nou Campanar, y desde luego, esta era mi favorita. La ópera era su temática y tenía ciertos ninots realmente hilarantes.
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La falla de la plaza del ayuntamiento, como viene siendo habitual, era realmente simpática y sin mucha mala leche, buscando mas bien el chiste fácil, y la otra "grande" como es Convento Jerusalén era la mas "bonita" en el término global de la palabra, pero para mi gusto pecaba demasiado de autohomenaje a la tradición fallera y le faltaba bastante crítica.
En fin, que el trabajo no ha impedido que disfrute, aunque brevemente, de estas fiestas.