Érase un juego a un online pegado,
érase un duelo superlativo,
érase un modo solitario repetitivo,
érase un complemento a combates bien planeados
Era un juego técnicamente sobresaliente,
con un sonido digno de película,
y unos gráficos a la altura,
un conjunto interesante para la mente.
Era una campaña muy breve
con un guión tópico pero inteligente
pero en menos de seis horas un jugador lo bebe.
Érase un multijugador infinito,
con muchos modos, muchas variantes
y quien de el se queje comete delito.
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