Imagináos un precipicio enorme.
Imagináos una cuerda.
Imagináos a vosotros tratando de subir por esa cuerda.
Imagináos que arriba están vuestros objetivos, la razón del esfuerzo.
Imagináos que abajo estan los cocodrilos de "El Templo Maldito" (por decir algo)
Imagináos que un cabronazo os empapa la cuerda con gasolina.
Imagináos que otro os amenaza con prenderle fuego.
Que asco de crisis, a ver como salgo de las llamas.
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