A veces, cuando tengo ganas de hacer el ganso y no me apetece trastear con el Visual Studio para hacer aplicaciones que sólo utilizo un par de veces y después hacerlas desaparecer, me da por poner en el Google los nombres de personas que conozco, simplemente por si han dejado algún registro por la red, con el inocente y sano fin de extorsionarles hasta dejarlos arruinados completamente.
Continua tras el salto
Da la casualidad que de los primeros que he puesto (un par de tías que estaban buenas en 3º de BUP y un chaval con el que me llevaba bien... hasta que nos dejamos de llevar bien) han aparecido, las tías siguen estando buenas y el chavalín ha publicado toda su formación al gran público (junto a una foto con cara de gilipollas). Y es que llama la atención lo fácil que es encontrar a la gente que deja un pequeño rastro en internet.
En los casos expuestos anteriormente he llegado a sus facebooks (alguien sabe para que cojones vale esto???) ya que por lo visto no son tan egocéntricos como yo para hacer un blog (sí, un blog es un howto hacerme parecer mas importante de lo que soy) y podría haber tirado del hilo... pero no soy tan cotilla. Eso si, para hacer una prueba he puesto mi nombre y apellidos... y he llegado a este sagrado blog, sin complicación, fui tan estúpido de ponerlos en una entrada que paso de buscar, ya que no creo que nadie busque mi nombre... y si lo buscan ¡MAS VISITAS PARA EL CONTADOR!
En definitiva, que me ha parecido curioso averiguar cosas de personas que hace 9 años que no veo, ver cómo han cambiado y lo sencillo que me ha resultado. Tal vez sea el primer paso para convertirme en un puto sociópata... o para conquistar el mundo. Si es lo segundo ya avisaré a corven, que yo estoy muy liado para hacer leyes y eso xD.
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